
Mientras escribo esto me duelen los tobillos y las manos de la tremenda caminada entre rocas, como era de esperarse las mejores piedras (y las mas grandes) para hacer Penjin estaban lo mas alejado posible, Ellery se enamoro de un pedazo de continente que no se como cargará la espalda hoy pero lo admiro jajaj, yo la habria dejado a mitad de camino. Una excelente caceria con sabor a poco porque la verdad nos faltaron manos - tiempo - fuerzas - gente!!! Pero asi es esto, Ya volveremos!
















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